Este año, muchas compañías relacionadas con las criptomonedas han sufrido robos en sus plataformas. Y es que los hackers han encontrado en las criptomonedas un nuevo objetivo.

En 2018 muchas de estas plataformas de criptomonedas han sido víctimas de estos delincuentes cibernéticos.

Una de las más sonadas fue Coincheck, la cual sufrió un robo de criptomonedas superior a los 500 millones de dólares, una cifra qué ya superaba todo lo que los hackers podían haber sustraído a lo largo del año anterior, 2017.

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Otras plataformas que han sufrido estos ataques durante este año han sido BitGrail, Bitcoin Gold o BlackWallet. Y es que la actividad delictiva entorno a las criptomonedas está creciendo al mismo ritmo qué divisas digitales como Bitcoin o Ethereum suben su popularidad.

La industria de las criptomonedas está en auge, pero ésta se basa en la confianza y conviene tener cuidado pues cada vez es más habitual que algunos usuarios pongan en riesgo la ciberseguridad, ya sea por desconocimiento o por descuidos.

Y estos errores son aprovechados por los hackers para cometer su actividad delictiva.

De hecho, hay diferentes tipos de hackers, ya que tenemos los hackers que directamente se aprovechan de los errores para robar criptomonedas en plataformas e incluso en las carteras virtuales de los usuarios, y después tenemos otros hackers que también minan.

Robos de criptomonedas

Los hackers roban criptomonedas porque tienen la oportunidad, principalmente, y porque teniendo en cuenta el volumen de dinero virtual que se mueve por la red en estas plataformas es lógico que no quieran dejar escapar la oportunidad.

Sabemos qué las ICOs son uno de los sistemas más utilizados por las empresas para obtener financiación. Se trata de ofertas públicas de venta pero, en este caso, usando criptomonedas.

A día de hoy, ya se han producido más de 900 ICOs, sumando más de 21.000 millones de dólares. Evidentemente, no estamos hablando de cualquier valor, y cómo tal es muy difícil resistirse, sobre todo por lo fácil que les resulta a estos ciberdelicuentes robarlos.

Para hacerlo, los hackers utilizan técnicas de phishing y con estos métodos en lo que va de año han conseguido hacerse con más de dos millones de dólares de estas ICOs.

A lo largo del 2018 se han producido 18 importantes hackeos de criptomonedas con una suma total de 854 millones de dólares sustraídos en divisas digitales.

De estos robots uno de los más relevantes fue el ataque que sufrió la plataforma de intercambios japonesa Coincheck, con una pérdida de 524 millones de dólares en criptomonedas.

Sin duda el mayor criptorrobo de la historia hasta el momento.

Por aquel entonces, la plataforma perdió las claves de 540 millones de NEM, una criptomoneda que fue lanzada en Singapur en el 2015.

Hackers mineros

Si bien el objetivo de los hackers es robar criptomonedas no todo se reduce a la sustracción de estas divisas digitales.

Hay quienes también se dedican a minar criptomonedas, pero como ya te podrás imaginar no lo hacen como el resto de usuarios que minan legalmente.

Si alguna vez encendiste el ordenador, accediste a una página web e inmediatamente te apareció un aviso o advertencia del antivirus, cuidado. Podrías estar a punto de sufrir un ciberataque, y no, no estamos hablando de un robo de criptomonedas como tal.

Los hackers también han comenzado a interesarse por la minería, pero ellos no quieren invertir en tiempo y recursos, sino que utilizan a otros usuarios para desarrollar su actividad.

Y es que el criptojacking es un término que está a la orden del día y que deberías conocer, porque el interés de los hackers por las criptomonedas no tiene límite.

Ahora también pueden infectar tu ordenador, introduciendo un código JavaScript en una web, con un malware capaz de utilizar los recursos de tu dispositivo para minar criptomonedas.

Uno de los malware más utilizados para este tipo de hackeo es CoinHive y según un estudio reciente con el uso de este malware los hackers son capaces de generar aproximadamente 150.000 dólares cada mes.

Pero también hay otros malwares cómo Cryptoloot, Rammit, Rig EK o Fireball capaces de realizar las operaciones necesarias para el correcto funcionamiento del blockchain y conseguir así las recompensas, que en este caso son las criptomonedas.

De este modo, los hackers mineros lo que hacen es utilizar los recursos de otros para minar y conseguir las criptomonedas. No las roban directamente pero igualmente está mal porque a través de malware se aprovechan de los recursos de terceros para conseguir criptomonedas.

Problemas de seguridad en una industria al alza

Uno de los problemas de que la industria de las criptomonedas esté en alza es que por desgracia ya no es tan segura como al principio. A día de hoy la mitad de las plataformas de criptomonedas presentan problemas de seguridad y esto grave.

En la recta final de este año 2018 ya se han robado más de 850 millones de dólares en criptomonedas, y la presencia de malwares hace que cada vez sea más difícil ganarse la confianza para convertirse en una alternativa al sistema financiero actual.

De hecho, los hackers también perjudican al valor de las criptomonedas.

Por ejemplo, a finales de Diciembre del 2017 el Bitcoin se podía comprar o vender por casi 20.000 dólares.

Para los analistas el 2018 se presentaba bastante bien para las criptomonedas. Pero el entusiasmo duró poco ya que en Enero el precio del Bitcoin se desplomó hasta los 11.000 dólares, y después llegó el ataque hacker a Coincheck el cual hizo que descendiese aún más, situándose en torno a los 7.000 dólares una semana después del criptorrobo.

Aun así, el valor de las criptomonedas sigue fijándose por la oferta y la demanda, y aunque perder la confianza puede ser un duro golpe también tenemos que decir a favor de esta industria que los últimos ataques de los hackers por suerte no han tenido tanto impacto.

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