Para muchos de los grandes líderes europeos comienza una dura prueba tras las vacaciones, sin duda alguna las agendas se van llenando con fechas ineludibles que podrán marcar un antes y un después en la consolidación del euro.
Los mercados no han hecho más que empezar a llenarse de rumores pensando en las posibles resoluciones que se puedan tomar entre finales de agosto y septiembre. Es un periodo crítico para elegir las opciones correctas en la resolución de la crisis de la eurozona.
Lo ocurrido hasta hoy trae de cabeza a los mercados ya que los líderes europeos han demostrado que las decisiones tomadas hasta hoy no han dado salida a los problemas, de hecho incluso han ahondado más en esta crisis que nos afecta a todos. La confianza está bastante mermada pero siempre se confía en ver un halo de esperanza al final de tantos problemas.
Durante cinco semanas se decidirá por ejemplo el destino de Grecia, tan polémico hasta ahora. Su primer ministro está convencido que la solución no es seguir con la austeridad estricta que llevan hasta ahora, lleva como bandera una flexibilidad de la misma que les ayude a no abandonar el euro como parece que sucederá en un momento u otro.
Ahora mismo a Grecia se le ha impuesto el descenso hasta el 3% de su déficit antes del 2014, desde Atenas intentará mediar hasta conseguir que sea hasta el 2016.
Esta misma semana se reunirá con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker y después irá hasta Berlín para ver a Angela Merkel. Esta última reunión parece no tener un futuro ya que en más de una ocasión desde Alemania han dejado claro su postura con la flexibilización de las propuestas. Por última su destino será París dónde Hollande le recibirá y todo apunta que puede ser la reunión que de más frutos. Merkel ha decido reunirse con el presidente francés tras su reunión con el presidente griego para acordar una respuesta unificada a Grecia.
Todo apunta que Merkel quiere evitar que de nuevo haya disparidad de opiniones entre Alemania y su vecina Francia.
En la crisis de la eurozona hay más temas importantes y urgentes que tener en cuenta fuera de Grecia, sin ir más lejos está el caso de nuestro país, España. La situación española apunta que podría resolverse o al menos empezar a salir a la luz nuevas propuestas o resoluciones para lo ya llevado a cabo, a partir de septiembre.
A comienzos de ese mes el presidente Rajoy recibirá en la Moncloa a la canciller alemana Angela Merkel quienes tratarán de primera mano las decisiones que mes a mes está tomando el Banco Central Europeo.
Los mercados esperan esas fechas para que se concreten las maneras en las que el BCE intervendrá en rebajar las deudas tanto de España como de Italia. Las palabras que dejó Draghi, presidente del BCE, de la defensa férrea del euro dan lugar a pensar en una intervención aunque no de qué manera se realizará. De una manera u otra la idea principal es implicar no solo al BCE y dejar parte del peso a los propios países que necesiten la ayuda extra.
Esta ayuda no es gratis, siempre llevará a cuestas una serie de condiciones, en algunas ocasiones bastante estrictas, que deberán ser cumplidas y estarán bajo supervisión del BCE el todo momento.