Los acontecimientos acaecidos en las últimas dos semanas han disparado la prima de riesgo en algunos países europeos de la periferia, entre ellos España e Italia.

En España, los ciudadanos se encuentran preocupados ante las recientes acusaciones al Gobierno español en relación a un asunto de corrupción. En medio de una avalancha de informaciones sobre la entrega de dinero a políticos en sobres de forma totalmente ilegal, Mariano Rajoy intenta poner calma. A pesar de estas graves acusaciones el presidente del Gobierno de España se mantiene tranquilo y no tiene ninguna intención de dimitir de su cargo.

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En Italia, se mantiene una actitud de incertidumbre entre la población. Los italianos se encuentran preocupados ante los posibles resultados de las próximas elecciones en Italia. Una encuesta realizada a principios del mes de febrero reveló un interesante estrechamiento entre Berlusconi y Pier Luigi Bersani, de tan sólo un 5%. No obstante, aunque Bersani continúa liderando las encuestas, el italiano Berlusconi amenaza la capacidad del líder político izquierdista de obtener la mayoría de votos.

Según las afirmaciones del Presidente del Gobierno de Italia y líder del partido centrista, Mario Monti, Berlusconi podría tener intención de comprar los votos de los ciudadanos italianos con el mismo dinero que tuvieron que desembolsar en su día para cubrir el déficit que dejó el propio Berlusconi en las cuentas públicas durante los ocho años que estuvo gobernando.

Esto ha provocado en España e Italia una situación de temor a que un posible cambio de gobierno pueda afectar a la implementación de las medidas de austeridad necesarias.

Por otro lado, la grave situación económica en Francia ha llevado al presidente François Hollande a advertir a los gobernadores de todo el mundo sobre la llamada “guerra de divisas” que ha provocado un fortalecimiento del euro hace poco. Los países exportadores han sufrido las consecuencias de esta situación.

En relación a los datos económicos, recientemente hemos podido apreciar la tendencia de los últimos dos meses y el deterioro de la situación actual. Sin embargo, las previsiones de los inversores y empresas sobre el crecimiento en el futuro han mejorado. Dentro de la zona euro las ventas al por menor descendieron por quinto mes seguido, lo que indica una contracción del PIB europeo en el cuarto trimestre.

Los datos positivos llegan con el índice Compuesto de Gestores de Compras, el cual tuvo un buen impulso en el mes de enero aumentando hasta el 48,6 frente al  nivel de 47,2 del pasado diciembre. Concretamente se establecía el mayor nivel de los últimos 10 meses.

Los líderes económicos de la zona euro han registrado una diferencia sustancial en las expectativas de futuro. En Alemania hubo un aumento mientras que en Francia se produjo una disminución. Por supuesto esto ha provocado algunas disputas políticas entre ambos países.

Por ahora, el euro se encuentra en el lado perdedor de la guerra debido sobre todo a que en Japón y en los Estados Unidos continúan desarrollándose los programas cuantitativos de ayuda y que el saldo del Banco Central Europeo se encuentra en tendencia bajista actualmente.