Después de tres reuniones del Eurogrupo se puede decir que la espera mereció la pena, el gobierno griego podrá hacer frente por fin a sus vencimientos de deuda y los pagos de salarios públicos y de pensiones. El país heleno recibirá próximamente los 43.700 millones de euros que pertenecen al segundo rescate.

Asimismo, el Fondo Monetario Internacional junto con los socios de la zona euro ha convenido poner en marcha un plan para reducir la deuda de Grecia en un 20% de su PIB de aquí al año 2020, lo que viene siendo una disminución de aproximadamente 40.000 millones de euros. Todo ello teniendo en cuenta que el gobierno griego será capaz de reducir su endeudamiento hasta el 124% del Producto Interior Bruto (PIB).

Finalmente y gracias a tanta insistencia el FMI ha acabado aceptando una relajación de los objetivos fijados. Recordemos que hace 10 meses cuando se firmó el segundo rescate de Grecia se acordó que el país debía recuperar un nivel de deuda del 120% del PIB en 2020. Pero, las previsiones han empeorado de forma significativa y la Troika advirtió en su último informe que dicho objetivo era inalcanzable. De hecho las previsiones actuales apuntan a que para ese año Grecia tendrá una deuda incontrolada en el 144% de su PIB.

El planteamiento que se han hecho los socios de la eurozona ha sido cómo aliviar la deuda de Grecia desde el 144% hasta alcanzar el 124% previsto para el año 2020. Pensando en ello se han propuesto poner en marcha algunas herramientas que en teoría supondría perdonarle los 40.000 millones de euros a Grecia equivalentes a ese 20% del PIB que debe reducirse. Las medidas pactadas han sido las siguientes:

Reducir en 100 puntos básicos los intereses que cobran los países de la zona euro a Grecia por los préstamos bilaterales del primer rescate. Los países que se encuentren bajo un programa de rescate completo no están obligados a participar. Este sería el caso de Portugal e Irlanda. Al contrario ocurriría con España que al tener sólo un programa de rescate para su banca sí deberá reducir los intereses que cobra al país heleno.

Reducir también en 10 puntos básicos unos intereses concretos en concepto de garantías que se cobra a Grecia por el segundo programa de rescate. Asimismo, se ha convenido extender los vencimientos de los préstamos bilaterales a Grecia en 15 años para el primer rescate y retrasar el pago de intereses de la segunda ayuda durante 10 años.

Se ha establecido también un compromiso para que el Banco Central Europeo traspase a una cuenta del Tesoro griego una cantidad equivalente a los beneficios que obtendría con la deuda helena que tiene. Además, se está estudiando una posible operación de recompra de bonos por parte de Grecia, lo que podría autorizar el país a comprar su propia deuda a un precio inferior al que fue emitido.

El FMI y la eurozona pretenden con estas medidas que Grecia empiece a reducir paulatinamente su alto endeudamiento que actualmente alcanza el 180% de su PIB. Por su parte el Eurogrupo ha señalado que los países de la eurozona podrán hacer las medidas adicionales que consideren oportunas para reducir su deuda.

La directora del FMI, Christine Lagarde, ha dejado claro que el esfuerzo de la reducción de deuda griega es muy ambicioso y quiere asegurarse de que se hagan todas las medidas que sean necesarias para garantizar que se cumple este objetivo.

El próximo tramo de ayuda que recibirá Grecia está condicionado a que los parlamentos nacionales aprueben este nuevo plan. Después, el Tesoro griego recibirá 10.600 millones para pagar salarios y pensiones y 23.800 millones para recapitalizar las entidades financieras. Los 9.300 millones de euros restantes se harán efectivos durante el primer trimestre del 2013 en tres sub-tramos, siempre y cuando cumplan con las exigencias.